DE LO PROHIBIDO II

SOMETIDO

El sudor recorre nuestros cuerpos
como las olas del mar besan la playa,
traspasa la luz sus saladas gotas
creando diminutos arcoiris
sobre nuestras pieles,
mientras nuestros alientos
barren las dunas de nuestros cuerpos.

Nos miramos con ojos encendidos,
yo estremecido,
trémulo,
aún dentro de ti,
con las últimas sacudidas del placer,
con el miembro enterrado
entre los labios de tu vulva,
derritiéndome dentro de ti
en una nueva estala mágica
que inicia nuestra Vía Láctea particular.

Te beso,
me besas,
con el jugo de nuestra pasión
derramándose de una boca a otra,
sintiéndome niño en tus manos,
débil e indefenso,
la bestia deja paso
al ser tierno que oculto a la luz.



Tu mano me atrapa rápida
y me somete,
dominándome con una sola palabra:

"Mío".
Y yo no quiero ser,
ni hacer,
sino ser sometido
por el yugo del éxtasis
que tu mirada felina me promete.

Tiemblo de emoción y placer
cuando me tumbas,
dominadora amazona,
convirtiéndome en un Heracles vencido
por el poder de tus pechos,
al que el simple roce de tu sexo en mi vientre
sirve para erizar la piel,
para hacerme temblar ante la cálida y húmeda sensación
de tenerte a horcajadas sobre mí,
ese cosquilleo que es antesala
de un placer único
que estoy a punto de vivir.

Tus manos rápidas me ciegan,
soy el halcón en tu mano cetrera,
dispuesto a saltar a tus órdenes,
a seguirte ciegamente a la boca del infierno.
Me ajustas las dulces lazadas al cuerpo,
inmovilizando mis miembros,
estremeciendo mi alma.
Mi corazón palpita tan rápido
que creo que voy a morir de placer
sin que me hayas llegado a tocar.

Desatas el placer del morbo en mí
mostrándome las luces de tu lado más oscuro.

Y me dejo ser atado por ti,
sometido a tus designios,
con  la presión insoportable de un placer
que suplica nacer en un extático estallido de dolor,
aullante como un bebé.


Es un combate entre el ama y la fiera,
donde yo soy la bestia a domeñar,
donde tú eres la dominante conquistadora,
la walkiria refulgente
que viene a presentarme ante Odín
en su banquete en el Valhala.

Es una lucha desigual
en la que yo tengo todas las de perder,
pues es tu lado animal
el que somete al mío,
es tu oscura morbosidad
la que me hace perder los sentidos,
eres tú la que detienes mi corazón en un latido
con un suave mordisco en mi cuello.


Soy sometido a tus designios,
y el miedo y el ansia se derrumban
hasta convertirse en un sueño,

en algo que pasó y se alejó de mí,
pues me haces conocer fronteras del placer
que nunca pude imaginar.

Mis pezones arden por tus mordiscos,
dibujas arabescos en mi piel con tus uñas
mientras tu vulva voraz devora mi miembro ávido de ti
en una cabalgada salvaje y furiosa
que enciende la llama de mi carne,
poniendo en la balanza
éxtasis y dolor a partes iguales.

"Dámelo",
me pides,
pero estoy ciego y no puedo verte,
sólo imaginar la mirada furiosa y ardiente,
palpitante y deseosa en la que me ordenas,
con voz imperativa y anhelante,
que me derrame dentro de ti.

"Dámelo",
me ordenas,
y siento su subida
a lo largo del mástil de mi verga
como el ascenso de la lava ardiente
a punto de erupción.

"¡Dámelo!",
me gritas y,
sin poder retenerlo,
ajeno a mí,
escapa a mi voluntad,
y estallo entre tus
dándotelo todo,
hasta la última gota de mí,
mientras retuerces mis pezones con tus dedos,
mezclando en el mismo caldero
los elementos de la receta mágica más exquisita.

Y grito,
grito sin poder parar,
alabando tu nombre maldito,
diosa oscura,
como la única deidad a la que pienso rezar
hasta el fin de mis días.


Te pido entonces beber,
beber de ti
para saciar mi sed,
con el aliento entrecortado
y casi sin poder respirar,
los pulmones ardiendo
por el placer que me acaba de arrasar.

Y tú, mi musa,
mi diosa oscura,
me llevas a los labios tu cáliz negro,
la copa de vinagre en la que calmar mi sed.
Sometido estoy a ti,
y de ti bebo,
con tu esencia,
con mi esencia,
paladeando cada sorbo,
rebañando cada centímetro de ti,
volviendo a excitar mi lujuria
con tus chillidos de placer,
dejándome sordo
a las banalidades del mundo,
únicamente pendiente
de tus deseos prohibidos.

The Sisters Of Mercy - Dominion

© Copyright 2014 Javier LOBO 


1 comentarios:

Beato falso Blog en español and also in English dijo...

Por Dios, ¡no sigas! Has dejado seco mi desfiladero, mi lengua y mis sentidos.Nadie nunca había comido ni bebido de mí con esta locura frenética que tan solo la embriaguez del sexo y de la atracción obsesiva puede ocasionar.
Ya casi no me atrevo a hablar porque sospecho que son mis palabras las que conviertes en locura pasional, endiabladamente fiera, desenfrenada y casi rozando la frontera entre el bien y el mal. Pero en el fondo, no puedo dejar de hablar, a sabiendas de que va a haber más...

 

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