GUARDIÁN

GUARDIÁN

Soy el guardián en la boca del Infierno,
la última barrera de vuestra cordura,
sacrificado en aras de vuestra tranquilidad y prosperidad,
el que sabe que su fin anda cerca,
el que ronda cada noche a la Parca
en una macabra danza en la que los amantes se buscan,
ansiosos,
sin tocarse ni encontrarse,
pero en el que las miradas
se entrecruzan a cada momento.

Soy el guardián de la civilización
porque soy el último de mi estirpe,
el último bárbaro que cruzó el Rin,
el último salvaje allende el Muro,
el que no tiene reparos en hacer
lo que vosotros no sois capaces,
el que es capaz de mancharse las manos
con vuestras demandas cobardes,
el que nunca vestirá
el falso peplo de la civilización y el orden
ni la sotana falaz de la virtud y la moralidad.

Soy el guardián de la noche,
el último lobo,
el solitario en la niebla,
el que va siempre solo,
el que nadie quiere tener cerca,
pero al que todos rezan
cuando la noche comienza a estremecerse
y las nubes lloran sangre
desde la oscura bóveda del cielo.

Soy el guardián al que los ángeles teme
y del que los demonios huyen despavoridos,
soy la bestia que aúlla en mitad de la noche,
soy las zarpas y el corazón palpitante
que estremece las tinieblas,
soy aquel al que temen todos
cuando sus ojos brillan
al otro lado del velo de la niebla
en las horas en que el terror
sacude la tierra con pies tangibles.

Soy el guardián,
el que convierte el terror en un niño suplicante,
el que os permite dormir por las noches
en paz con vosotros mismos,
el que a renunciado a todo por su misión,
el que os vela por mucho que lo despreciéis,
el testigo de los mayores horrores
que la mente humana es capaz de concebir
y que las manos más tiernas
son capaces de ejecutar
con precisión profesional.

Soy el guardián...

© Copyright 2014 Javier LOBO