SIBILA

SIBILA

Lee mi futuro,
¡oh, sibila!,
y dime qué me deparará a tu lado.

Háblame de las noches de insomnio
contemplando las estrellas del cielo,
con la mirada hipnotizada por las luces de la ciudad,
antes de buscar el deseo de tus labios,
de perderme en el calor estremecedor
de tu carne trémula.

Lee mi futuro,
¡oh, sibila!,
sé mi profetisa,
y háblame de la existencia
de los placeres que conoceré a tu lado,
de las experiencias que viviremos juntos,
de las risas que compartiremos,
de los orgasmos que descubriremos
en la intimidad de la alcoba
en cualquier lecho improvisado que anhelemos,
o en los lugares más atrevidos que soñemos,
mordiéndonos los labios para no jadear,
luchando contra nuestras sensaciones
para no gritar el placer que nos lleva
y hacernos visibles a las miradas de los curiosos
que nunca imaginaron que alguien se atrevería
a las locuras que elucubramos
y terminamos por dar cuerpo material
en un lugar público.

Háblame,
¡oh, sibila!,
del amor que encontraré en tu corazón,
de la puerta de cristal y plata líquida de tus ojos
de las promesas ocultas en tus sonrosados labios,
en el tacto de fuego de las yemas de tus dedos
dejando la marca de tu pasión en mi piel.

Háblame,
¡oh, sibila!,
y dime qué he de hacer
para no alejarme nuca
del cobijo de la sombra de tu seno sobre mí,
de la fragancia primaveral de tu cabello,
del calor de tus abrazos,
de la necesidad adictiva
que siento de tus besos,
de lengua voraz sobre mi alma.

© Copyright 2014 Javier LOBO