ME MENTISTE

ME MENTISTE

Me mentiste,
me hiciste creer
que en tu capiteles y arcos escondías
verdades absolutas,
que tus gárgolas
de verdad guardaban
la pureza de mi alma,
que la luz
que entraba por tu gran ojo de cristal
era la divina.

Me mentiste,
me hiciste creer
que tus preceptos eran verdades absolutas,
que tu código vital
era el perfecto para poder regir mi vida,
que podía creer en la bondad y en la luz,
que todo estaba en las páginas ajadas
de tu enmohecido sagrado libro.

Me mentiste.

No me hablaste
de la oscuridad y del fango,
de las malas intenciones,
y del odio que emponzoña
el fondo de nuestras almas,
del deseo y la ambición,
de la envidia que carcome nuestras almas,
royéndolas como un carroñero
un hueso deslucido al sol.

Me mentiste,
no me dijiste que tú también
te encontrabas bajo los efectos de la infección,
que el mal te había devorado por entero
como una gangrena,
que eres monarca de putrefacción
apestado y hediondo,
vendiendo tus mentiras
como verdades
aún hoy.

Me mentiste.

© Copyright 2014 Javier LOBO