SÍ, MI AMA

SÍ, MI AMA

Cegado como un halcón,
posado en tu mano cetrera,
aguardo el momento en que me ordenes
y yo te obedezca con un
sí, mi ama.

Atado como una fiera,
domeñado a tu sexo,

impaciente espero tu orden,
a que me digas qué hacer,
a que me recuerdes lo bajo de mi ser,
a que dejes constancia de tu alta posición,
de que, indefenso,
no pueda más que susurrarte
sí, mi ama.

Que cada azote
sea una bendición,
cada beso que me regalas
un regalo del Cielo,
que cada orden resuene
como un mandato divino,
para que yo te obedezca,
sí, mi ama.

Hazme conocer placeres
que nunca soñé con probar
que la receta del sexo y el dolo
sea una suerte de placer
que me embargue,
que la cera se derrame
desde tu mano a mi cuerpo
causándome escalofríos extremos,
que mi miembro palpite,
ávido de tu sexo,
mientras aprietas aún más
las ligaduras de mi cuerpo,
elevándome a los altares de la gloria,
derramando la gracia de tu placer en mi ser
y que yo sólo pueda gemir
para agradecértelo
sí, mi ama.

Domíname,
domíname una y otra vez,
hasta que te canses de mí,
agota mi cuerpo con tu inventiva,
diseña nuevas trampas al amor
para que solo quede entre nosotros
el sexo más puro,
que bebamos de la fuente del placer infinito,
que mi cuerpo sea tu patio de recreos,

niña mala,
que experimentes las fórmulas del placer extremo
dejando la impronta de tu firma en mi piel,
hasta que tú misma estalles de gozo,
destilando hilos de plata de tu vulva a mi boca,
que yo beberé ansioso.
y suspiraré y suplicaré a cada instante,
esperando impaciente
ese momento de tu gloria,
con un
sí, mi ama.

© Copyright 2014 Javier LOBO