UN MOMENTO AL ATARDECER
Sentados al borde del mar
al final del día,
adormecidos por la brisa de verano
que nos mece,
disfrutando de una taza de café,
juntos una vez más,
disfrutamos de un momento al atardecer.
Una reunión de amigos,
una hermandad sin banderas,
sin más propósito que reunirnos,
sin más interés
que estar juntos una vez más,
sin más ambición
que la de compartir este momento,
como tantos en el ayer,
mecidos por el fresco atardecer.
En este instante
nos reímos
contando nuestras anécdotas,
tratamos de cambiar el mundo
con nuestros debates,
paladeamos conversaciones
como el humo de un cigarrillo
o una copa de intenso licor,
compartimos opiniones e inquietudes,
buscamos con la mirada
los ojos de la otra persona,
y nos decimos
qué bello es este sentimiento
que enmarca hoy
un momento al atardecer.
Remoloneamos con la última hora,
no queremos de apurar
ese último sorbo,
sentados junto al mar,
deseando que no se acabe
este placer efímero,
esta sutil combinación de sensaciones,
empezando a preparar ya
la siguiente reunión,
la próxima cita
que sirva para dibujar
en el tórrido estío
el frescor de un momento al atardecer.
© Copyright 2014 Javier LOBO
2 comentarios:
Describes una de las situaciones que más me gustan , adoro el mar . La verdad te leí y me transporté a esa calma , la brisa y una charla cómplice con aroma a café.Muy , muy bonito .
La calma y la complicidad son lujos extraños y valiosos..Qué bien descritos en el marco de este atardecer..Saludos Javier
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