espero que lo disfrutéis.
DEJA QUE TE LEA EL FUTURO
La casa me daba escalofríos. Era vetusta, mal conservada, y todo se me antojaba como un extraño símbolo de brujería, pero me habían dicho que aquella sibila era extraordinariamente efectiva.
–Hola –escuché a mis espaldas–. ¿Me dejas que te lea el futuro?
Ya no escuché nada más. Sus delicadas manos de largos dedos me arrancaron la cabeza de cuajo y luego me despojaron de todo tejido, dejando mi cráneo pelado, pulcramente inmaculado.
Ése fue mi final.
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Javier LOBO. Todos los derechos reservados.
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