DECIR QUE NO ES ASÍ

DECIR QUE NO ES ASÍ

Aún te recuerdo,

viva tu imagen en mi memoria,

fresca como una pincelada en un lienzo,

con pulso calmo y paciente.

En la pared me observa el último retrato,

inacabado por siempre,

con la firma de tu cariño sobre su piel reseca.

Aún me cuesta creer que no estás aquí, no me acostumbro a estar sin ti.

Me siento como el niño

que suplicó a su ídolo

que dijera que no era así,

que las palabras que lo zaherían

no eran verdad.

Pero sí que es verdad,

sí que pasa el tiempo,

sí que se deposita el polvo,

y resuena una y otra vez

esa canción en mi cabeza

y no puedo dejar de pensar en ti,

ni dejar de decir que no es así.

Recuerdo tu sonrisa y tus carcajadas,

cómo tu humor volaba, impregnándolo todo.

Recuerdo tus manos,

y cómo mis dedos de niño recorrían tus dedos de adulto,

con la impronta de tu tacto en mi memoria.

Recuerdo tus palabras,

siempre sabias,

y mi terca necedad que me impulsaba a desobedecerte.

Recuerdo lo que sufriste por mi culpa,

y cómo te mantuviste firme e impertérrito

como la roca ante la tempestad,

sapiente de que terminaría por desgastarte,

pero inamovible porque es lo que tenía que hacerse.

Recuerdo lo que te quise,

sé cuánto te quiero,

y que no pasa hora ni instante en el día

que no piense en llamarte

y contarte alguna travesura,

o mantener una tertulia intrascendente

que para nosotros era vital.

Compartir una vez más nuestros momentos

y dejar de decir que no es así,

que ya no te volveré a sentir,

que mis abrazos serán al aire

y no a tu carne,

que ya no volverás a besarme

ni yo a ti,

que siempre me quedará pendiente

en los labios un último te quiero para ti.

Ojalá pudiera dejar de decir,

en la quietud de la negrura de la noche,

que no es así.

Murray Head - Say It Ain't So, Joe

© Copyright 2014 Javier LOBO