DESNÚDATE PARA MÍ

DESNÚDATE PARA MÍ

Desnúdate para mí,
en silencio,
con delicadeza,
con el sutil roce de la seda,
dejando en mi boca
el amargor de la hiel
de la ansiedad de querer tomarte
y no poder todavía.

Desnúdate para mí,
despacio y sin prisas,
que mi mente se pierda
en el mapa de cu cuerpo,
que explore las altas montañas
y las profundas simas,
que se pierda en sinuosas carreteras,
en redondas colinas,
en la estepa de tu vientre.

Desnúdate para mí,
y que el sol ilumine
el rubio vello erizado de tu piel,
como un trigal dorado es tu vientre,
esperando la mies madura
en ser recolectada por mi boca ansiosa.

Desnúdate para mí,
déjame que me ciegue
en la contemplación del hilo de plata
que surge de tu pelvis
cuando la expones sin la atadura de su atavío,
conectada con la lenta cascada de lava
que surge de entre tus piernas.

Desnúdate para  mí,
alimenta
el fuego de nuestras entrañas,
hazme desear
tenerte entre mis brazos
una vez más.



© Copyright 2014 Javier LOBO

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