GRACIAS

GRACIAS

Todo lo que ocurre en esta vida,
todo tiene un proceso,
un devenir,
incansable e imparable,
pero todo cuanto ocurre
tiene un motivo,
una razón,
un sentido,
hasta aquello que nos parece
que carece de motivo de ser,
lo que nos resulta más absurdo y sinsentido,
todo tiene un motivo.

Yo aún no veo
el motivo de tu marcha,
aún no encuentro
razón a tu ausencia,
pero sé que algo debe haber ahí,
intangible e ininteligible,
enviándome un mensaje
que no pueden escuchar
mis oídos,
pero que puedo leer
con mi corazón,
que puede traducir racionalmente
mi cerebro.

Hoy me has vuelto a hablar sin palabras,
hoy me has vuelto a tocar sin manos,
hoy me has hecho sentir
el calor de tu amor sin un beso,
y siento cuánto te quiero,
esa energía dorada
floreciendo en mi corazón,
expandiéndose como pétalos de oro fundido
en el crisol de mi pecho.

Sin palabras,
sólo puedo decirte,
una vez más,
gracias por estar ahí,
gracias por ser mi ángel guardián,
gracias por demostrarme
que los amaneceres están ahí,
aún cuando me ciego en la creencia
de que los he perdido,
de que no puedo recuperarlos.

Gracias por mostrarme
los distintos tonos de la luz
cuando el sol nos baña
con el regalo de un nuevo día,
gracias por susurrar mi nombre
cuando mi cuerpo más desfallece,
gracias por no darme por imposible,
sombra sigilosa a mis espaldas,
paciente y sufridor,
demostrándome cuánto querías
a este pobre ciego
que es tu benjamín.

Me haces sentir nueva vida en las venas,
que el viento renueva el aire en mis pulmones,
que mis músculos dejan de sentir el dolor,
que vuelvo a ser fuerte como ayer,
que puedo volver a ser el puente en el que apoyarte,
gracias por darme el regalo de mi vida,
gracias por enseñarme a disfrutar
de los pequeños placeres de la existencia
que antes no experimentaba.

Ahora que no estás,
es cuando más resuenan,
desde la lejanía,
el eco de tu voz,
transportando aquellos sabios consejos
que siempre desoía
por mucho que los escuchase.

Gracias por ser mi ángel guardián,
por ser el protector de este caballero errante,
ronin sin señor,
a la espera de encontrarse con sus ancestros,
peregrino en esta vida
en la que no hay día
en que no sueñe contigo por las noches
ni alba en la que no escuche tu voz despertarme.



© Copyright 2014 Javier LOBO

0 comentarios:

 

Flickr Photostream

Twitter Updates

Meet The Author