EL ÁNGEL CAÍDO

EL ÁNGEL CAÍDO

Soy la sombra que vaga por las calles,
la duda que mora en tu mente, la
oscuridad que devora la luz,
el miedo en tus sueños
convertido en pesadilla en la noche.

Miré a los Cielos
buscando la respuesta,
pero no la recibí.
Me dijeron
que no escuché,
pero nadie se hizo eco
de mis súplicas.

Ahora
me da igual.

Ya no canto
en sus coros,
ya no alabo
sus glorias,
ya no beso
sus anillos,
ya no me inclino
ante sus faldas.

Con mis manos
arranqué mis alas,
dejando las sangrantes llagas
en mi espalda,
cicatrices
del error de mi pasado,
enmienda de mi alma
para el futuro.

Soy el ángel caído,
el maldito,
el que el sol se niega a calentar
y la luna repudia en el seno de su luz de plata.

Soy el desheredado social,
el que todos lapidan al avistarlo,
al que todos esputan al tenerlo al lado.

Nadie me quiere,
mas no me importa.
Porque se acerca mi hora,
llega mi momento,
el instante que cese el silencio
y se inicie la sinfonía del dolor y el caos,
de los llantos y del rechinar de dientes,
de las plegarias en vano
y las súplicas caídas en saco roto.

Desataré la furia ciega
del fuego de la ira,
pues soy
el que no tiene nombre,
ni rostro,
ni alas.

Soy el ángel caído.



© Copyright 2014 Javier LOBO

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