UN MOMENTO DE OSCURIDAD
Una cadena chasca
en el interior de mi alma,
me espolea,
me jalea,
me golpea
con saña y rabia
como un látigo,
obligándome a continuar,
como el rocín que no puede más
y yace en el barro.
Los ladridos me muerden,
me insultan,
me desgarran,
me arañan con sus verdades
que son medias mentiras
y las mentiras se convierten
en verdades absolutas.
Intento respirar profundo,
calmarme,
no estallar,
pero me cuesta.
Las mandíbulas se han apretado tanto
que no puedo separar las encías
descarnadas y desdentadas
para gritar.
Lo único que puedo hacer es aguantar,
sostener esta roca de Sísifo,
como Atlas sostenía el techo del mundo
sobre sus hombros,
tensar los músculos,
y reenfocar mi ira
en otra dirección,
en otro sentido,
para evitar devastar
cuanto me rodea.
El tigre ruge en mi interior,
apaga la sabia voz del dragón,
y quiere arrasar el mundo a su alrededor,
emponzoñar sus mandíbulas
con el sabor de la sangre
y acabar con las voces.
© Copyright 2014 Javier LOBO
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