El Brillo de la Tinta: DE AZÚCAR MORENO

DE AZÚCAR MORENO

Me deleito
en la visión de tu piel
de azúcar moreno,
en la contemplación
de tus líneas perfectas,
como el oleaje del agua
entre las rocas,
del tacto de seda
al pasar un dedo por tu espalda,
de tu olor tibio
antes de depositar un beso,
de su tacto erizado
al tener tu pezón
entre mis labios.

No hay néctar más dulce
para mi garganta,
no hay bebida más refrescante
para el peregrino,
besar tus costas
y sumergirme en tus aguas
me embarga de la mayor felicidad.

No hay explosión de placer
ni éxtasis que se pueda equiparar
al momento en el que me vuelvo agua
y fluyo por entre tus pliegos
hasta los más recónditos y secretos
rincones de tu ser.

Cuento los instantes
hasta volver a fundirnos
en ese mágico abrazo,
en el que tu piel y mi piel
se vuelven una,
en el que tu calor me inunda
como un océano furioso,
en el que me derramo en ti
como una cascada se precipita en el vacío,
de volver a perderme
en el dulce sabor de tu piel
de azúcar moreno.

Quiero volver a dormir
abrazado a tu cuerpo,
que tus carnes trémulas
me estremezcan,
volver a pasear
cogidos de la mano,
jugando a rozarnos
sin tocarnos,
a mirarnos
sin vernos,
a sentirnos
a cada momento.

Necesito volver a besar
tus labios de frambuesa,
sentir el sabor de tu lengua,
y volver a perderme
en la suavidad serena
de tu piel de azúcar moreno.